miércoles, 7 de septiembre de 2011

El Día que Bolívar Nació

Resumen
Hablar de Simón Bolívar, el Padre de la Patria, el Libertador de las Américas, es referirse a un hombre que supera todas las expectativas que de él cualquiera persona se pueda hacer. Todo es diferente cuando se trata de él, incluso hasta el momento mismo de su nacimiento fue diferente. La naturaleza estaba preparada para su llegada. Veamos porqué.

Summary
 To speak of Simón Bolívar, the Father of the Homeland, the Liberator from the America, is to refer to a man that overcomes all the expectations that of him anyone person one can make. Everything is different when it is him, even until the same moment of their birth it was different. The nature was prepared for its arrival. Let us see reason.


Su Nacimiento

Bolívar nació como nacemos todas las personas, seamos ricos o pobres. Pero el día, el mes, el año en que nació dejaron de ser una fecha cualquiera para pasar a ser histórica y universal. Transcurría el año 1783. Caracas se vestía de gala ante el abolengo de la época. Dominaban las grandes familias, mas por su dinero que por su amor patrio. Nadie avizoraba que ese mes de julio, ese día 24 nacería aquél que sin nombre aún le daría vida eterna a una patria y la haría grande como él. Aquellos quienes dominaban plácidamente en Venezuela. Aquellos que la habían tomado para sí, creyéndose sus dueños absolutos, no imaginaban que la sabia naturaleza los traicionaría. Ese día Caracas amaneció nublada. No se distinguía el Ávila (hoy Warairarepano) ni las lomas del Alto Hatillo.

La lluvia comenzó a caer torrencialmente sin cesar sobre los techos rojos de las casas. Las calles empedradas y vacías de gente se llenaron de charco. Las aceras estaban desiertas. Las quebradas circundantes arrastraban ramas y troncos. Aún nublada Caracas, se oía de vez en cuando un trueno en la distancia. Existía un total silencio en el valle. Solamente en una casa de la nobleza situada en el centro de la ciudad cerca de la Plaza San Jacinto había ambiente de alegría y algarabía fe fiesta.

La familia Bolívar-Palacios se movía nerviosa dentro de la casa. Esperaban el llegar del llanto de quien, por el devenir de la vida, sería el último de la familia. Le tenían preparada una gran bienvenida. Llegada la noche de ese día tan glorioso para la América toda nació el niño, cerca de la llegada del día 25, quien desde ese mismo momento llevaría el nombre eterno de Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Ponte Palacios y Blanco. Nacía el hombre que le daría un giro completo a la historia de América. El hombre que cambiaría completamente el curso de la historia y haría reconocer a su patria como la más grande del continente americano. El hombre que forjaría la historia.

Fue bautizado seis días después, el 30 de julio de 1783, en la Catedral de Caracas por su primo el doctor y sacerdote Juan Félix Jerez Aristiguieta, quien antes de llevarlo a la pila bautismal le cambia el nombre de Pedro José Antonio de la Santísima Trinidad, de acuerdo con don Juan Vicente, padre del niño, por el de Simón José Antonio de la Santísima Trinidad. Su padrino fue su abuelo materno Don Feliciano Palacios y Sojo. Según se cuenta, el presbítero le cambia el nombre porque una voz venida de lo más alto, una voz divina le dice que ese niño sería El Simón Macabeo de las Américas.

¿Cuánto de eso es verdad?, ¿Cuánto de eso es mentira para acrecentar aún más la gloria del Libertador? Pero sea cierto o no Venezuela estaba en presencia de quien dirigiría sus destinos. Celebraba el nacimiento de aquel que aunque no sería grande (de tamaño) es inmenso. Pareciese que ese día de gloria y grandeza, la sabia naturaleza conjugó todo su saber para formar a un ser íntegro, diferente a todos los demás seres que habitamos esta nación y tal vez del mundo entero.  ¿Cómo tener tanta sabiduría para sumar en una sola persona tantas virtudes? Solamente ella sabía que él nacería; lo recibía con albores de fiesta, entre lluvia y nubarrones, entre lluvia y truenos, relámpagos y sonrisas; lo recibía entre el silencio y la alegría, entre la noche y el amanecer de un nuevo día.

Era un día no cualquiera de invierno. Ese día, 24 de Julio de 1783, marcaría el devenir de la historia venezolana. Sería el punto de inicio de la que se convertiría en la patria del hombre que llegaría a ser más grande que la historia misma, un comienzo trascendental: Nacía Simón Bolívar. Nacía quien se convertiría en el Libertador de América.


Publicado por Roger Glod-Montaño